martes, 30 de julio de 2013

Para el Papa, hay que combatir la corrupción dando el ejemplo

Fue antes de abandonar Brasil. Agregó que se deben aplicar los castigos que correspondan.

30/07/13
Con una inusual predisposición a hablar con la prensa, algo poco frecuente entre jefes de Estado y menos aún entre quienes ocupan el trono de Pedro, el papa Francisco completó su visión de la Iglesia que pretende reconstruir en su papado.
Dijo que a la corrupción hay que combatirla “dando el ejemplo” y mencionó específicamente el caso más reciente que involucró una sospecha de lavado de dinero por parte de un obispo. “Hay que aplicar los castigos que corresponden”, precisó.
En una entrevista que concedió al canal de TV Globo News el domingo por la noche antes de dejar Brasil, Jorge Bergoglio relató que los escándalos que se abatieron sobre el Vaticano fueron discutidos en profundidad durante las reuniones que precedieron el cónclave que definiría su nombramiento. “Fue durante una semana de reuniones que tuvimos en las congregaciones generales. Allí hablamos de todo para analizar cómo estaba la realidad y ver qué perfil debía tener el próximo Papa”. En esas citas, a puertas cerradas, según Bergoglio, no quedó nada sin tratar, como el caso “que tenemos en este momento: el escándalo de transferencia de 20 millones de dólares de un obispo. Bello favor le hizo a la Iglesia, ¿no?”.
El Papa continuó su relato de la etapa previa al cónclave: “Estábamos solos y pudimos decir todo. Había problemas de escándalos y se habló de la necesidad de reformas funcionales. Se acordó que el futuro Papa debía formar una comisión paralela para analizar esos hechos. Por eso, nombré 8 cardenales y dos coordinadores (luego de asumir)”.
El Pontífice comentó que ya empezaron a llegar varios documentos producidos por esa comisión y subrayó que habrá una primera reunión para analizarlos entre el 1º y el 3 de octubre próximo. “Pero como ustedes saben, la reforma de la curia romana es una cosa muy seria. Para eso deberemos como mínimo hacer otras dos o tres reuniones”.
Fue entonces que Bergoglio dijo que “ la iglesia es siempre reformable. Hay cosas que servían para el siglo pasado y que ahora ya no sirven más”, lo que de por sí justifica la necesidad de modificar esta institución que ya lleva dos milenios. El entrevistador le preguntó por el uso de “un auto tan simple” y los problemas de seguridad que podría haber provocado.
Francisco respondió: “El que usé en Brasil es el mismo modelo que uso en Roma. Es el auto que puede tener cualquier empleado.
Creo que nosotros debemos dar testimonio de simplicidad porque nuestros pueblos se sienten ofendidos cuando ve que aquellos que estamos consagrados (a la evangelización) nos apegamos al dinero”.
Sobre la eventual situación de inseguridad que pasó en Río de Janeiro, justo el día de su llegada a Brasil, Bergoglio dijo que en ningún momento estuvo asustado.
“No tengo miedo, tal vez porque soy inconsciente. Sé que nadie se muere en la víspera y cuando me toque, será”, agregó.
Relató, también, que antes de emprender el viaje fue a ver el papamóvil. “Era un vehículo todo vidriado. Si usted va con ganas de comunicarse no puede andar encerrado en una caja de vidrio”.
Para Francisco era “todo o nada”. Es decir, “o uno hace el viaje como debe ser, con comunicación humana. O no lo hace”. Admitió luego que “soy indisciplinado” en las cuestiones de seguridad. Pero aclaró: “No para jugarla de enfant terrible ; sino porque vengo a visitar a la gente y quiero tocarla”.
El clarin.

¿Qué lleva Francisco en su portafolio negro?

29/07/13 - 16:20

El Papa reveló qué lleva en su misteriosoportafolio negro que lo acompañó en su ida y al retorno de su viaje a Brasil. Lo hizo durante una charla con los periodistas que lo acompañaron en el avión en su regreso a Roma.

“Recorre el mundo su foto con el portafolio en la escalera del avión. ¿Qué hay adentro?”, le preguntaron los periodistas. 

"No estaba la llave de la bomba atómica", respondió, entre risas, el Papa.
"Lo llevé porque lo hago siempre", comentóFrancisco. "Lo hago así cuando viajo. Hay una afeitadora, el breviario, la agenda y un libro para leer sobre santa Teresita", agregó el Pontífice, quien además les solicitó a los periodistas que se acostumbren “a la normalidad de las cosas de la vida”.

Revelan cómo se preparaban los sacrificios humanos incas

A los niños elegidos les daban coca y chicha durante meses para que fueran más dóciles.

WASHINGTON. DPA. - 30/07/13
Los incas preparaban a los niños que elegían para sus sacrificios administrándoles alcohol y hojas de coca durante meses. Así lo revela una investigación de la universidad británica de Bradford. Tras estudiar las tres momias de niños de más de 500 años, que fueron halladas en los Andes argentinos, los expertos llegaron a la conclusión de que el consumo de ambas sustancias era parte del ritual del sacrificio. Y que tenía un sentido espiritual, pero también práctico: volverlos más dóciles. Los resultados se publicaron en la revista “Proceedings” de la Academia estadounidense de las Ciencias.
El equipo liderado por el arqueólogo Andrew Wilson investigó entre otros aspectos, el cabello de las tres momias infantiles halladas en 1999 cerca de la cumbre del volcán Llullaillaco, en Salta. Las tres momias (“El Niño” “la Doncella” y “la Niña del Rayo”), que se encontraban en muy buen estado debido a las gélidas temperaturas en las que fueron conservadas, se exponen en el Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM).
Aunque ya se sabía que el alcohol y la coca eran determinantes en los sacrificios humanos de los incas, los restos hallados en los cabellos permiten ahora deducir nuevos detalles sobre cómo se preparaban estos rituales.
Así, un año antes de morir, la alimentación de “la Doncella” –la mayor de los niños– cambió drásticamente. Al parecer, en ese momento habría sido elegida para el sacrificio y desde entonces mucho mejor alimentada. Según el estudio, “la Doncella” tenía unos 13 años (hasta ahora se creía que había muerto a los 15).
El alcohol que consumían era chicha, una bebida derivada de la fermentación del maíz. Las hojas de coca producen entre otros un efecto calmante al masticarlas mezcladas con ceniza. Los incas creían que los estados de embriaguez permitían acceder al mundo de los espíritus.
“La coca y el alcohol eran sustancias que provocaban un estado de cambio considerado sagrado”, señala el estudio. Los autores de la investigación apuntan a que estas drogas también contribuían a que los niños fueran más dóciles de cara a los rituales.
Los sacrificios humanos en el imperio inca se conocen con el nombre de “copacocha”. Los niños elegidos recorrían normalmente largas distancias y participaban en ceremonias en la capital inca, Cuzco, antes de dirigirse a la cumbre del volcán, a cientos de kilómetros de distancia, donde finalmente eran sacrificados.